PARTE I: Preguntas cortas:
- Nombre completo: Carla Arrieta Martínez
- Lugar de nacimiento: Madrid
- Residencias en etapas internacionales: US, como estudiante y prácticas, Suiza e Italia
- Cargo y empresa: Head of Global External Communications and Media Relations, Chiesi Group
- Situación personal: (pareja, hijos…) casada, dos hijos
- Hobbies: Viajar, hiking, escalada (en rocódromo), yoga, lectura, cosmética natural handmade
- ¿Cómo titularías este capítulo de tu vida?: Los nuevos comienzos llegan cuando estás preparada para asumirlos
- ¿Qué cosa NO cambiarías de ti?: Mi positividad e ilusión
PARTE II:
- Piensa en el momento en el que te dijeron que tendrías la oportunidad de irte fuera. ¿Qué sentiste? ¿Lo dudaste, o te lanzaste a la piscina sin pensarlo?
En mi trayectoria profesional he cambiado de ciudad cinco veces, unas por España y otras fuera del país, en todas ellas el momento ha llegado justo en el momento oportuno, excepto cuando me ofrecieron irme a Suiza por primera vez. La realidad es que el espíritu aventurero, mi curiosidad y mi hambre de conocer más siempre me han impulsado a dar el salto. Y la vez que no lo vi claro fue una elección personal que me permitió disfrutar de otro tipo de oportunidades.
- ¿Hubo algo o alguien en particular que te ayudó a dar el paso hacia adelante y decir “sí, me voy”?
En mi juventud mi madre siempre fue mi gran cheerleader, impulsándome a no tener miedo a mirar hacia delante. Hoy en día mis gran apoyo y soporte es mi familia, sobre todo mi compañero de vida quien siempre me da la seguridad de que allí donde vayamos, si vamos juntos, siempre estaremos en “casa”.
- ¿Te habían ofrecido antes una experiencia similar y dijiste que no? ¿Por qué?
Sí, por razones personales, era una época de decisiones y cambios del status quo, en aquel momento sopesé los pros y los contras y decidí quedarme en España realizando el mismo trabajo que habría llevado a cabo en Suiza. Me dio la oportunidad de vivir a caballo entre los dos países, contribuir a formar un nuevo equipo en España y gestionar mi situación personal.
- ¿Cuáles son las diferencias más notorias entre España y tu nueva ubicación?
A día de hoy, vivo y trabajo en Parma, una ciudad al norte de Italia entre Milano y Bolonia a donde me trasladé con mi familia hace dos años después de trabajar 6 meses yendo y viniendo cada dos semanas. Fue una decisión en la que entraron muchos factores, el COVID fue uno de los grandes desencadenantes, volver a tener la libertad de movimiento que nos había sido restringida fue un gran aliciente. Por otra parte, la posibilidad de vivir una experiencia internacional en familia, el incorporarme a un equipo en plena efervescencia de transformación y la oportunidad de dar un salto profesional como directiva en mi sector en una empresa que no solo mira hacia el futuro del healthcare sino que lo hace desde un profundo valor de sostenibilidad y de creación de valor para las personas, el planeta y la comunidad global que van mucho más allá de los beneficios económicos.
- ¿Qué ha sido lo más difícil de adaptarte a tu nueva ubicación? ¿Has sentido algún shock cultural?
Por suerte Italia y España son dos países “hermanos”. Nos une la cultura mediterránea, familiar, extrovertida y alegre. Culturalmente me ha chocado que sigue siendo una sociedad muy tradicional y patriarcal, me ha abierto una nueva perspectiva sobre la apertura mental y avances en materia de inclusión social que se han vivido en España. También he descubierto un idioma maravilloso, que es mucho más complejo de dominar de lo que me esperaba, una fuerte cultura del trabajo y la responsabilidad, así como un país que esconde maravillas en cada rincón.
- ¿Cómo se compara tu vida de ahora con la que te imaginabas de pequeña?
La realidad es que se acerca bastante a mi ideal, de hecho, diría que es incluso mejor de lo que me imaginaba. Tengo una familia maravillosa que son mi gran inspiración y motivación. La suerte de trabajar en un sector que me fascina y de desarrollar mi actividad profesional en el campo de la comunicación que es mi elección vocacional. Viajamos tanto como nos permite el tiempo, las circunstancias y el budget familiar. El cambio de Barcelona a una ciudad más pequeña, donde la bicicleta es el mejor medio de transporte y con muchísimos parques y áreas verdes, que además está a dos pasos de los apeninos nos permite poder escapar a espacios naturales y de montaña cada semana y tenemos la enorme suerte de poder disfrutar de todo ello en buena salud.
- ¿Qué has aprendido sobre ti esta última etapa en el extranjero, y qué ha aportado a tu carrera profesional?
He aprendido que la experiencia y todo lo aprendido y acumulado durante los años sale a la luz en el momento oportuno, que has de seguir tu instinto cuando crees en hacer lo correcto y que es mucho más importante que nunca saber escuchar. En cierta medida hemos perdido la capacidad de escuchar, saltamos de un tema a otro, de reunión en reunión, tratando de resolver y solucionar a toda velocidad, en un continuo multitasking desenfrenado y a veces olvidamos lo fundamental, que la salud y el bienestar de muchas personas están en nuestras manos y que debemos escuchar antes de ejecutar.
- ¿Qué has tenido que sacrificar?
Muchas cosas, principalmente dejar atrás familia y amigos, la relación continuada con abuelos, tíos y primos. Comenzar de cero con el paso de los años se vuelve cada vez más duro, cuesta salir de la zona de confort, exponerse a lo desconocido, buscar maneras de socializar y hacerte una red de contactos es fundamental, sobre todo con niños pequeños. También proyectos personales que quedan en un segundo plano esperando poder realizarse ya que la energía y el tiempo son limitados.
- ¿Cuál es el primer paso a seguir para continuar tu carrera en el extranjero?
Lo primero es de verdad estar dispuesto a lanzarse a hacerlo, yo lo recomiendo muchísimo porque es una experiencia vital y profesional inigualable, conocer nuevas culturas, mentalidades, formas de trabajo, lugares…. Los idiomas, sobre todo un conocimiento profundo de inglés, en el ámbito internacional es fundamental. Crearte una buena red de contactos que te puedan orientar sobre diferentes oportunidades. Estar dispuesto a experimentar,a veces puedes estar muy focalizado en un lugar en concreto, por las oportunidades profesionales que ofrece cunado otro completamente diferente que no habías considerado te puede resultar tanto o más interesante. Por último, saber a qué estás dispuesto a renunciar, en mi caso teníamos unos límites muy concretos en cuanto a horas de viaje con respecto a España, para poder acudir en caso de necesidad, cultura y ciertas políticas (nosotros descartamos lugares donde la inclusión por género se viese comprometida) y calidad de vida a la que aspiras o a la que estás dispuesto a renunciar según a qué país te orientes. También cambia mucho la elección de un lugar o tipo de trabajo según sea tu situación familiar o vital, cuando hay una familia detrás has de valorar muchos más factores que cuando vas sola.
- ¿Qué consejo darías a alguien que está por desarrollar su carrera en otro país?
Salir de la zona de confort y ponerse en ‘dificultad’ te ayuda a darte cuenta de habilidades y capacidades que no eras consciente de poseer. Asimismo, te da lecciones de vida, ser humilde en el momento de no saber defenderte en un idioma o no conocer cómo funciona la burocracia en un país nuevo y tener que preguntar, pedir ayuda o simplemente tener que estar en silencio durante una reunión porque no eres capaz de participar. Pone a prueba tu capacidad de superación, flexibilidad y adaptación en todos los sentidos. Te ayuda a darte cuenta de cuan poco necesitas, sobre todo al inicio y a dejar atrás cosas que en un momento de tu vida anterior te habrían parecido fundamentales. Adicionalmente, pone en evidencia la fortaleza de tus relaciones personales, quienes siguen estando cerca aun estando lejos cuando los necesitas y quienes que simplemente desaparecen de tu círculo.