#22 – Patricia Álvarez Ortiz, BeiGene en Zúrich, Suiza

PARTE I

  1. Nombre completo: Patricia Álvarez Ortiz
  2. Lugar de nacimiento: Madrid
  3. Residencias en etapas internacionales: Zúrich (Suiza)
  4. Cargo y empresa: Director Financial Planning & Analysis Europe en BeiGene
  5. Situación personal: (pareja, hijos…): soltera, sin hijos
  6. Hobbies: yoga (aéreo), senderismo, lectura
  7. ¿Cómo titularías este capítulo de tu vida?: ‘Si no escalas la montaña, jamás podrás disfrutar del paisaje’ – Pablo Neruda
  8. ¿Qué cosa NO cambiarías de ti?: Mi perseverancia y mi alegría innata

PARTE II

  1. Piensa en el momento en el que te dijeron que tendrías la oportunidad de irte fuera. ¿Qué sentiste? ¿Lo dudaste, o te lanzaste a la piscina sin pensarlo?

Me dio un vuelco el corazón: era algo que anhelaba desde que estaba en la universidad y por fin se hacía realidad – además, la oportunidad surgía en Suiza, un país que se caracteriza por su impresionante naturaleza y preciosos paisajes y en una empresa internacional. Estaba realmente tan fascinada que no lo dudé ni un momento y acepté la oferta. Dos semanas después estaba montada en un avión rumbo a mi nueva vida con dos maletas y sin conocer una sola palabra de alemán, pero con toda la emoción y entusiasmo que una chica de 26 años puede tener cuando va a cumplir su sueño.

  1. ¿Hubo algo o alguien en particular que te ayudó a dar el paso hacia adelante y decir “sí, me voy”?

La realidad es que para mí poder vivir en el extranjero era una inquietud que venía arrastrando desde adolescente. Siempre había sentido curiosidad por conocer gente de otras culturas y aprender otros puntos de vista, opiniones, tradiciones, etc. Por eso, en el momento que esta oportunidad surgió, no tuve la menor duda en aceptarla y salir a vivir la aventura.

 

  1. ¿Cuáles son las diferencias más notorias entre España y tu nueva ubicación?

Destacaría primeramente la naturaleza que nos rodea, tanto en la ciudad como alrededores, desde el lago en pleno corazón de Zúrich hasta las montañas de la ciudad y alrededores (¡qué decir de los impresionantes Alpes Suizos!). También me fascina lo organizado y limpio que está todo en general, el respeto al silencio y al medio ambiente (en especial la gran conciencia de reciclaje que existe y que se aplica en el día a día). ¡Ah! Y las granjas privadas que producen alimentos frescos para vender en lugares específicos dentro de la ciudad, fomentando así el consumo de productos Bio sin conservantes, químicos, etc.

La puntualidad del transporte público es verdaderamente increíble (si llegas tarde a algún sitio no puedes utilizar la excusa de ‘el tren venía con retraso’ jajaja).

Por otro lado, la sensación de vida que tiene una ciudad como Madrid, la espontaneidad y las sonrisas de la gente en las calles es algo que aquí echo en falta.

  1. ¿Cómo describirías el ambiente laboral en comparación con España?

Destacaría tres conceptos que difieren de la forma de trabajar en España (según mi experiencia profesional en Madrid): el primero es el respeto al horario laboral en general: en la oficina no suele quedar nadie a partir de las 18h00 – 18h30 (es importante recordar el horario europeo de cena) y cuando te quedas mas tiempo, te preguntan por qué sigues trabajando (aunque esto no significa que no hagamos horas extra).

El segundo es la puntualidad en las reuniones o en las llamadas: si ha pasado 1 minuto de la hora establecida, te contactan para saber si te unes porque te están esperando.

El tercero es la cultura del descanso: no existe el concepto de hacer un break de 20 minutos para el desayuno ni tomarse 1 hora para el almuerzo – generalmente se come en 20 minutos, algo ligero tipo ensalada, y se vuelve al trabajo.

Hay una gran diferencia entre las empresas suizas y las internacionales.

  1. ¿Qué ha sido lo más difícil de adaptarte a tu nueva ubicación? ¿Has sentido algún shock cultural?

Para mí lo más difícil ha sido la falta de sol – es cierto que en verano los días son más largos y son unos meses muy agradables, y el frío invernal (soy de siempre muy friolera).

Culturalmente me ha llamado la atención (y es algo que hoy me sigue ocurriendo) la falta de espontaneidad – en Suiza se planifica todo con agenda ¡incluso a meses vista! No es fácil, por ejemplo, quedarse un ratito a tomar algo después de trabajar si surge el plan en el día.

Además, los suizos son extremadamente amables y educados: al principio, cuando todavía no hablaba alemán, siempre cambiaban a inglés para que la comunicación fuera fluida. Esto es algo muy admirable, facilita el comienzo aquí cuando no hablas su idioma.

  1. ¿Cómo se compara tu vida de ahora con la que te imaginabas de pequeña?

¡Totalmente lo opuesto! De pequeña pensaba que iba a ser profe de mayor y vivir en pleno centro en Madrid. En cambio, ahora vivo a unos 2.000km de casa, trabajo en finanzas y vivo rodeada de naturaleza, que me permite hacer senderismo y visitar numerosos lugares con paisajes tan impresionantes que se quedan grabados en mi memoria para siempre.

Incluso, ¡he aprendido a esquiar! (algo que nunca me había planteado hasta que me mudé a Suiza).

  1. ¿Qué has aprendido sobre ti en esta etapa en el extranjero, y qué ha aportado a tu carrera profesional?

He podido crecer y desarrollarme profesionalmente en estos años aquí, trabajar en un ambiente internacional e incluso aprender dos idiomas nuevos. Tratar en el día a día con gente de otras culturas es fascinante, se aprende muchísimo y te proporciona una apertura de mente que te permite lidiar en el día a día de manera más flexible.

También a nivel personal, he aprendido a creer en mí, a gestionar mi tiempo de manera más productiva, a ser resiliente. Y algo que me hizo “click” el día que lo descubrí: cada persona tiene su propia versión del mundo y no es mejor ni peor, solo diferente.

  1. ¿Qué has tenido que sacrificar?

No definiría ‘sacrificio’ como tal ya que la decisión la tomé libre y conscientemente a nivel personal, pero sí podría decir que, a cambio de vivir en el extranjero, lo que más echo de menos es el día a día con mi familia y pasar tiempo con mis amigas de Madrid. A veces sientes que te estas perdiendo muchas cosas por estar lejos, pero también he aprendido que mis amigos de aquí son la familia que se escoge. Al estar todos en la misma situación, nos ayudamos y apoyamos además de divertirnos juntos y esto es algo extremadamente valioso para mí.

  1. ¿Cuál es el primer paso a seguir para continuar tu carrera en el extranjero?

A mí me gusta enfocarme en el presente – lo más importante es seguir teniendo ganas de aprender y estar cómodo en el lugar – un trabajo que te gusta, te motiva y te ofrece un equilibrio entre vida personal y profesional, rodearte de gente que te aporta y poder disfrutar de las oportunidades que vayan surgiendo. Actualmente, los retos profesionales que me aporta mi empresa son muy interesantes y prometedores de cara a seguir creciendo y aprendiendo en mi rol.

  1. ¿Qué consejo darías a alguien que está por desarrollar su carrera en otro país?

Mi consejo es ‘adelante, no tengas miedo’ – muchas veces dejamos que el miedo nos bloquee y no damos ese paso de salir de nuestra zona de confort, pero una vez que lo hacemos, nos damos cuenta de que hay infinitas oportunidades al otro lado y nada que perder: o es una bendición, o es una lección. Lo importante no es el resultado final, sino disfrutar del camino.

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